La banaba (Lagerstroemia speciosa) es un árbol perteneciente a la familia de las Lythraceae, originario del sudeste asiático y adornado con una preciosas flores que van del rosa brillante al violeta lavanda. El árbol de banaba crece de manera silvestre en los bosques de Filipinas, Malasia, Indonesia, Tailandia y Taiwán, aunque también es muy común en Australia y en las costas del Pacífico.

Propiedades de la banaba

Hojas de Banaba (Lagerstroemia speciosa) ricas en ácido corosólico

 

Hojas de Banaba (Lagerstroemia speciosa) ricas en ácido corosólico.

 

 

La medicina tradicional del sudeste asiático utiliza las hojas de banaba, ricas en principios activos fitoterapéuticos, para tratar el sobrepeso, la obesidad y la hiperglucemia, pero también para ayudar en el tratamiento de la diabetes de tipo II y los problemas a nivel renal.

 

Las hojas de Banaba (que están disponibles comercialmente en forma de extracto seco, en cápsulas o comprimidas), pueden resultar de gran ayuda para las personas predispuestas al desarrollo de resistencia a la insulina, típica del síndrome metabólico. La reciente popularidad de esta planta en el mundo médico occidental ha despertado el interés de numerosos investigadores, debido a sus propiedades hipoglucémicas, confirmadas por diversos estudios.

 

La banaba tiene como uso principal el de suplemento alimenticio para controlar los niveles de glucemia en sangre, y ha demostrado ser muy útil para tratar los casos de sobrepeso y obesidad, junto con un estilo de vida saludable y un régimen alimentario destinado a contrarrestar el hambre nerviosa debida a las oscilaciones del nivel de glucemia. 

La función del ácido corosólico

Las investigaciones han identificado una acción hipoglucémica en varios componentes de la planta, pero es sobre todo gracias al ácido corosólico  que contienen las hojas de banaba como se consigue un efecto «similar a la insulina».

 

Este ácido favorece la entrada y el uso de la glucosa por parte de las células, lo que permite una mejor absorción de los monosacáridos, al tiempo que interviene positivamente en la regulación de los niveles de azúcar y de insulina plasmáticos. No es de extrañar que en el campo nutracéutico esta sustancia también se denomine «fitoinsulina» o «insulina verde», debido a su  capacidad para modular los niveles de insulina y glucosa

 

Hay que dejar constancia de que los remedios naturales como la banaba no resultan muy efectivos si el estilo de vida no es equilibrado, en especial si se consumen demasiados azúcares simples, grasas saturadas, grasas trans y alimentos demasiado refinados, así como si se hace una vida demasiado sedentaria o con poca actividad física. 

¿La banaba reduce el hambre nerviosa?

Obesidad y sobrepeso: dos patologías que la banaba ayuda a tratar

 

Obesidad y sobrepeso: dos patologías que la banaba ayuda a tratar.

 

 

La suplementación nutracéutica de la banaba en la dieta ayuda a explotar su potencial no solo para el control de la glucemia, sino también para reducir los «ataques» de hambre (la llamada hambre nerviosa), a fin de favorecer la pérdida de peso. De hecho, las fluctuaciones de la glucemia se suelen asociar con ese deseo irresistible de alimentos ricos en carbohidratos, como dulces, pasta y pan, que todos conocemos tan bien.

 

Entre los diversos estudios que han puesto de manifiesto sus características, se ha publicado uno en concreto (por Biosci Biotechnol Biochem) donde se demuestra que la tisana a base de hojas de banaba inhibe la acción de la α-amilasa hasta en un 38 %, mientras que otras investigaciones sugieren que los extractos de metanol y agua que contienen las hojas de esta planta pueden contrarrestar tanto la α-amilasa como la α-glucosidasa.

 

Estas dos enzimas están implicadas en la digestión de los carbohidratos, y son responsables del aumento de los niveles de glucosa en sangre después de comer alimentos que contienen almidones y azúcares. Por lo tanto, al obstaculizar su actividad enzimática, se ralentiza la absorción de los carbohidratos, lo que da lugar a un mejor control de la glucemia.

Dosis

La utilización de dosis probadas por investigaciones científicas varía de 8 a 48 mg de extracto de ácido corosólico al 1%. A estos niveles no se han constatado efectos tóxicos, por lo que la banaba se considera una planta segura. Sin embargo, por falta de experimentación específica, es preferible, como precaución, no utilizarla durante el embarazo y en niños. Antes de comenzar a utilizar la banaba exclusivamente o como coadyuvante, sería recomendable consultar siempre al médico o diabetólogo.

 

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