En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares (ECV) se encuentran entre las principales causas de mortalidad e invalidez en los países occidentales y en vías de desarrollo. Son responsables del 30% de las muertes en todo el mundo, cifras que aumentan año tras año. A pesar del problema ampliamente reconocido, todavía no está claro que la prevención pasa por cambios en el estilo de vida. De hecho, la obesidad, el tabaquismo y la hipertensión son solo algunos de los factores que multiplican el riesgo de desarrollar estos trastornos, que se están convirtiendo en una epidemia mundial.

La prevención, en gran parte subutilizada, podría reducir significativamente la propagación de enfermedades cardiovasculares. Pero, ¿cómo se hace la prevención? ¿Cuáles son las herramientas a nuestra disposición?

Enfermedad cardiovascular, colesterol HDL y LDL

Para prevenir el riesgo de enfermedades graves como las enfermedades cardiovasculares , según el Istituto Superiore di Sanità, no se deben superar los valores totales de 200 mg/dl, manteniéndose por debajo del umbral de 100 mg/dl para el colesterol LDL (por encima de 50 mg /dl para colesterol HDL). Pero, ¿cuáles son las abreviaturas HDL y LDL que siempre vemos combinadas con colesterol?

El colesterol HDL "bueno" y el colesterol LDL "malo" son los nombres con los que se indican las lipoproteínas HDL (alta densidad) y LDL (baja densidad), respectivamente. Se distinguen porque transportan colesterol y triglicéridos a órganos y tejidos (HDL) o en el torrente sanguíneo (LDL). Las HDL actúan como carroñeros, recolectando el exceso de colesterol y llevándolo al hígado, donde puede ser excretado. El colesterol bueno, por lo tanto, juega un papel protector en el cuerpo, reduciendo el riesgo de aterosclerosis, accidente cerebrovascular y ataque al corazón. ¿Cómo podemos aumentar sus niveles sin aumentar los del LDL "hermano" malo?

¿Remedios naturales? comida y deporte

La producción de colesterol se produce en un 80% de forma endógena (es decir, depende de nuestro organismo, que lo produce internamente) y solo en un 20% de forma exógena (por tanto, del exterior, ligado a la dieta).

Por lo tanto, debemos trabajar para mejorar nuestra producción interna y reducir la contribución externa. La combinación fundamental en este caso es claramente diet&sport: la actividad física, si se combina con una dieta sana y equilibrada, permite aumentar la concentración de HDL. La ausencia de movimiento puede conducir al sobrepeso, aumentando los factores de riesgo, y debido a nuestra vida frenética y hábitos cada vez más desordenados, es fácil excederse en el consumo de alimentos que favorecen el colesterol LDL, en primer lugar grasas trans, exceso de azúcares simples e hidrogenados grasas

Por supuesto, si desea mejorar su salud y prevenir las enfermedades cardiovasculares, debe realizar algunos cambios.

Además de comprometerse con una actividad física regular, es recomendable reducir el consumo de frituras, aceites vegetales refinados, cubitos de caldo, grasas trans, margarinas, azúcares añadidos de dulces y bebidas industriales, y limitar el consumo de todas las grasas de origen animal. origen (como huevos, carnes rojas y productos lácteos). Estos últimos no deben eliminarse en absoluto, pero sí debe razonarse su consumo.

Colesterol a raya SIN NECESIDAD DE MEDICAMENTOS

Hay muchos remedios que parecen Valor energético influir en los niveles de colesterol, reduciendo el LDL y aumentando el HDL. Es importante almacenar una buena circulación sanguínea, niveles normales de triglicéridos y apoyar la salud del corazón, y varias sustancias naturales pueden ayudarnos a hacerlo mejor.

No obstante, empecemos por la nutrición: hemos visto lo que hay que reducir, pero no lo que debe estar siempre presente en nuestros platos para conseguir que nuestro corazón lata con plena salud. Son indispensables el aceite de AOVE, preferentemente crudo, las fuentes de grasas Omega-3, como el pescado azul, el salmón salvaje y las nueces, y las fibras solubles de frutas y verduras. Sí también a los alimentos ricos en vitaminas y minerales, potentes antioxidantes naturales.

Si examinamos los extractos de plantas, descubrimos que la suplementación realmente puede marcar la diferencia en la regulación de los niveles de colesterol. Destacan la Monacolina K del arroz rojo fermentado, los fitoesteroles vegetales y el extracto de olivo. ¿Pero cómo?

Monacolina K – Las monacolinas son moléculas obtenidas a partir del arroz común rojo de cocción, Oryza sativa, fermentado gracias a la acción de una levadura, Monascus purpureus (también conocida como "levadura roja"). Las monacolinas ya se usaban en la medicina tradicional china para tratar los trastornos circulatorios, pero a partir de 1979 se confirmó su acción beneficiosa. Gracias a los experimentos con levadura roja, la profesora Aika Endo se dio cuenta de que la monacolina K podía inhibir una enzima específica, la HMG-CoA-reductasa.esencial para la síntesis hepática de colesterol. La monacolina K, actuando como una estatina de origen vegetal, "bloquea" un paso clave en la producción de colesterol y, por lo tanto, es especialmente eficaz para su gestión metabólica. Para la posología, las guías europeas recomiendan una ingesta < 3 mg por día.

Fitoesteroles vegetales: extraído del salvado de arroz, el gamma orizanol es una sustancia funcional para reducir la absorción del colesterol de la dieta. También parece reducir los niveles de colesterol total, LDL y triglicéridos. Su papel biológico no está del todo aclarado, pero se ha demostrado su funcionalidad como antioxidante, antiinflamatorio, hipocolesterolemiante y gastroprotector en diversos estudios experimentales, destinados a poner de manifiesto las interesantes peculiaridades de esta molécula.

Oleuropeina– Esta sustancia es uno de los flavonoides y polifenoles vegetales más presentes en el extracto de hoja de olivo. Se ha demostrado que el glucósido secoiridoide funciona como un agente cardioprotector del miocardio, además de tener un mecanismo de acción dual capaz de promover la circulación sanguínea normal y la regularidad de la presión arterial. Parece actuar inhibiendo la activación endotelial (una etapa temprana de la aterogénesis), reduciendo los mecanismos involucrados en el daño vascular y la oxidación de LDL. Desde el punto de vista clínico, las hojas de olivo pueden utilizarse en formas de hipertensión arterial de grado moderado, donde provocan hipotensión por un mecanismo de vasodilatación periférica: el extracto de hoja de olivo tiene buena tolerabilidad y no provoca una acción depresora sobre el corazón y su validez ha sido demostrada por múltiples estudios aleatorizados y controlados con placebo. ¿Cuánto extracto de oliva tomar? Al menos 200 mg.

Conclusiones

Por tanto, es posible, con el apoyo adecuado y las precauciones correctas, cuidar nuestro corazón y circulación, previniendo el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y manteniendo siempre bajo control los niveles de colesterol malo.

La nutrición y el deporte son los factores clave para la salud, a ser apoyada con los extractos de plantas que nos ofrece la naturaleza.

Bibliografía

Özcan, MM, Matthäus, B. Una revisión: beneficio y propiedades bioactivas de las hojas de olivo (Olea europaea L.). Eur Food Res Technol 243, 89–99 (2017). https://doi.org/10.1007/s00217-016-2726-9

Lockyer S, Rowland I, Spencer JPE, Yaqoob P, Stonehouse W. Impacto del extracto de hoja de olivo rico en fenoles sobre la presión arterial, los lípidos plasmáticos y los marcadores inflamatorios: un ensayo controlado aleatorizado. Eur J Nutr. 2017 junio;56(4):1421-1432. doi: 10.1007/s00394-016-1188-y. Epub 7 de marzo de 2016. PMID: 26951205; IDPM: PMC5486627.

Stevens Y, Winkens B, Jonkers D, Masclee A. El efecto del extracto de hoja de olivo en los marcadores de salud cardiovascular: un ensayo clínico aleatorizado controlado con placebo. Eur J Nutr. 2021 junio;60(4):2111-2120. doi: 10.1007/s00394-020-02397-9. Epub 2020 9 de octubre. PMID: 33034707; PMCID: PMC8137474.

Lockyer S, Rowland I, Spencer JPE, Yaqoob P, Stonehouse W. Impacto del extracto de hoja de olivo rico en fenoles sobre la presión arterial, los lípidos plasmáticos y los marcadores inflamatorios: un ensayo controlado aleatorizado. Eur J Nutr. 2017 junio;56(4):1421-1432. doi: 10.1007/s00394-016-1188-y. Epub 7 de marzo de 2016. PMID: 26951205; IDPM: PMC5486627.

Mehmood A, Usman M, Patil P, Zhao L, Wang C. Una revisión sobre el manejo de enfermedades cardiovasculares por polifenoles de oliva. Ciencias de la alimentación Nutr. 13 de agosto de 2020;8(9):4639-4655. doi: 10.1002/fsn3.1668. PMID: 32994927; IDPM: PMC7500788.

Cicero AFG, Fogacci F, Banach M. Arroz de levadura roja para la hipercolesterolemia. Methodist Debakey Cardiovasc J. 2019 Jul-Sep;15(3):192-199. doi: 10.14797/mdcj-15-3-192. PMID: 31687098; PMCID: PMC6822657. 

Goufo P, Trindade H. Antioxidantes del arroz: ácidos fenólicos, flavonoides, antocianinas, proantocianidinas, tocoferoles, tocotrienoles, γ-orizanol y ácido fítico. Ciencias de la alimentación Nutr. 2014 marzo;2(2):75-104. doi: 10.1002/fsn3.86. Epub 2014 21 de enero. PMID: 24804068; PMCID: PMC3959956.

Xiong Z, Cao X, Wen Q, Chen Z, Cheng Z, Huang X, Zhang Y, Long C, Zhang Y, Huang Z. Una descripción general de la bioactividad de la monacolina K/lovastatina. Alimentos Chem Toxicol. 2019 septiembre; 131: 110585. doi: 10.1016/j.fct.2019.110585. Epub 2019 15 de junio. PMID: 31207306.

Heinz T, Schuchardt JP, Möller K, Hadji P, Hahn A. Una dosis diaria baja de 3 mg de monacolina K de RYR reduce la concentración de LDL-C en una intervención aleatoria controlada con placebo. Nutr Res. 2016 octubre; 36 (10): 1162-1170. doi: 10.1016/j.nutres.2016.07.005. Epub 27 de julio de 2016. PMID: 27865358.