Infertilidad masculina: ¿que es?

Con este término nos referimos a la imposibilidad de lograr un embarazo después de dos años de relaciones sexuales sin protección.
Si bien en un tiempo la infertilidad era prerrogativa total del sexo femenino, sin considerar la posibilidad de participación masculina, hoy nos hemos dado cuenta de cómo, hasta un 30% de infertilidad en una pareja, tanto por el factor masculino, recordando también que en las parejas, alrededor del 20% será infértil.

¿Por qué sucedió esto?

Son muchos los factores que pueden determinar la infertilidad en el ser humano y debemos recordar cómo, lamentablemente, un gran aporte viene de la contaminación ambiental que puede incluso modificar el programa genético en el feto creando así una reprogramación epigenética que se manifestará posteriormente también en otros casos dismetabólicos patologías como obesidad, patologías cardiovasculares, tumores e infertilidad.

También hay que considerar cómo la contaminación ambiental puede alterar la estimulación de los receptores hormonales, modificando así su producto final tanto en términos de fertilidad como en la producción de hormonas como, por ejemplo, la testosterona.
Estas moléculas interferentes como, por ejemplo, los ftalatos y bisfenoles contenidos en los plásticos, toman el nombre de disruptores endocrinos.
Entre las patologías clásicamente cuestionadas no debemos excluir el varicocele, que es una dilatación de las venas espermáticas del testículo; tema que profundizaremos en un artículo posterior.
Incluso las infecciones del tracto seminal no tratadas pueden provocar una oligoastenzoospermia grave, una reducción en el número de movimientos y la calidad de los espermatozoides.

Una introducción "incontrolada" de fármacos anabólicos puede determinar una espermatogénesis alterada hasta una infertilidad a veces irreversible

Además, no olvidemos, entre las causas, el uso y abuso de anabólicos y esteroides que pueden crear serios problemas de espermatogénesis ya que, la supresión del eje hipotálamo pituitario gonadal que se produce con el uso de testosterona (y su conversión en estrógenos) crea una inhibición de la liberación de las llamadas gonadotropinas LH y FSH con la FSH responsable de estimular la espermatogénesis.
De ello se deduce, por tanto, que la introducción "incontrolada" de fármacos anabólicos puede determinar a menudo en el deportista que los utiliza una espermatogénesis alterada hasta infertilidad a veces irreversible.

¿Qué pruebas se hacen?

La principal prueba para el estudio de la fertilidad masculina es el espermiograma que debe realizarse de acuerdo con las directrices de la OMS 2010, muchas veces asociado a la determinación de FSH testosterona LH como se menciona en las líneas anteriores.
El espermiograma debe confiarse al especialista competente, preferiblemente un andrólogo perfeccionado en la fisiopatología de la reproducción humana, para tener una interpretación correcta de los datos numéricos que no siempre es tan sencilla e intuitiva como parece.
En cualquier caso, existen posibilidades de recuperación una vez identificada la causa raíz.

Terapias y posibles tratamientos

En casos de supresión hormonal se pueden intentar terapias estimulantes basadas en FSH y clomifeno (off label), que tienen el propósito de estimular por un lado la línea espermatogénica de los testículos y por otro la pituitaria para la liberación de LH y FSH.
En presencia de varicocele de otro grado, su corrección quirúrgica será útil según sea necesario para el tratamiento y curación de infecciones del tracto seminal.
Actualmente, el uso cada vez más justificado de nutracéuticos y moléculas como Ashwagandha y Cordyceps junto con los clásicos liberadores de óxido nítrico, zinc y carnitina; indispensable para la movilidad y "salud" del espermatozoide, resultando ser una ayuda concreta en la recuperación de la fertilidad masculina.

Argumentos, claros, específicos y sectoriales que encontrarán espacio en los próximos artículos, que se publicarán en el blog, dedicado a la andrología, la fertilidad y el antienvejecimiento.